Es una de las iglesias más emblemáticas en Puebla por su arquitectura barroca y su increíble color destellante por su baño en hoja de oro.
Ubicada en la calle 5 de mayo y la 4 poniente se encuentra la Iglesia de Santo Domingo en Puebla, edificada por la Orden de los Predicadores, conocida como dominicos.
Su edificación fue entre 1571 y 1611 como parte de un convento que abarcaba casi dos manzanas en la ciudad, pero durante el siglo XIX, debido a las Leyes de Reforma fue modificado y se destruyó su zona norte y se expropió parte de sus terrenos para construir el Mercado Guadalupe Victoria.
Actualmente del antiguo convento solo se conserva el templo, algunas capillas y la arquería que muestra el trabajo de argamasa poblana.
En su arco central se pude observar el escudo de la Orden de los Predicadores que está formado por una cruz griega rematada en cada brazo por una Flor de Lis. Su origen viene del escudo de la familia Juana de Aza, madre de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden.
La historia de Santo Domingo
En la fachada, la imagen de Santo Domingo se encuentra esculpida en piedra y debajo de la ventana central se ubica la imagen de San Miguel Arcángel, mismo a quién está dedicada la iglesia.
También se puede observar en la fachada la imagen de perros, algunos con una antorcha el hocico. Estos animales están relacionados a Santo Domingo debido a algunas leyendas relacionadas con su nacimiento.
Se dice que la madre de Santo Domingo estando embarazada, tuvo un sueño en dónde veía que en su vientre llevaba a un perro con una antorcha en el hocico que iluminaba el mundo que se encontraba bajo sus patas.
Juana de Aza va en busca del significado de su sueño a un monasterio en Burgos, España y descubre que es una premonición del futuro de su hijo en donde el perro simboliza la fidelidad y, la antorcha la luz que dará al mundo.
Es por este motivo que cuando se representa a Santo Domingo es común que se le coloque un perro mordiendo una antorcha a sus pies, con manchas de los mismos colores del hábito de la orden: blanco y negro, tal y como se ve en el retablo mayor de esta iglesia y en la Capilla de la Virgen del Rosario.
La Capilla del Rosario
En 1650, por inciativa de Fray Juan de Cuenca, se inició la construcción de la capilla dedicada a la Virgen del Rosario en este convento poblano, que fue continuada por Fray Agustín Hernández, Fray Boeccio de Zeballos y terminada por Fray Diego Gorozpe.
Después de 40 años de trabajo, la capilla fue abierta y consagrada por el obispo Manuel Fernández de Santa Cruz el 16 de abril de 1690. Fue considerada en algún tiempo como la octava maravilla del mundo.
Dentro de la iglesia se puede observar diferentes trabajos en ónix, yesería dorada, punturas y azulejos, detalles que la convierten en uno de los máximos ejemplos del barroco mexicano.
Después de su restauración se puede admirar mejor la riqueza de sus pinturas y grabados en hoja de oro.
Texto de: WikiPuebla
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